Sólo el afán de un náufrago podría. José Martí Sólo el afán de un náufrago podría remontar este infierno que aborrezco. Crece mi furia y ante mi furia crezco y sólo junto al mar espero el día. Llegará y yo estaré sobre la arena, blanco esqueleto que no dice adiós. Decir adiós es acortar la pena, y yo me quedo porque yo soy dos. Andaré en otro tiempo envilecido pensando en el náufrago que fui. ¿Ansias de regresar? Sí, las tendré junto a la dicha de ya haber partido. Todo espanto fluirá siempre hacia mí, menos aquél, que no admitiré. |
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